Un programa en vivo conducido por agentes policiales busca devolver la confianza de los inmigrantes en las autoridades
El programa La Voz de Unidos está conformado por agentes del orden que también son hijos de inmigrantes. Su finalidad es que tanto las víctimas como los denunciantes no sean señalados por su situación migratoria.

Por Eileen Grench / Houston Landing
“¿Qué tal amigos? ¡Bienvenidos a La Voz de Unidos!”, saluda cada viernes el presentador Rafael Pantoja en un programa que se transmite por radio, YouTube y Facebook Live desde el piso 10 de un edificio en el barrio chino de Houston, Texas.
Durante una hora, Pantoja, que es oficial adjunto de la Oficina del Alguacil del Condado Harris (HCSO, por sus siglas en inglés), comparte información vital sobre investigaciones de tráfico de personas, atención a las víctimas y eventos comunitarios.
La iniciativa es liderada por los también oficiales Heliodoro Martínez y Laura Magallanes. Ambos conocen de primera mano los desafíos de la comunidad a la que sirven: Martínez es hijo de inmigrantes de San Luis Potosí, México, mientras que Magallanes nació en Monterrey y vive en los Estados Unidos desde los 12 años.
“Al ser hijo de inmigrantes, vi los diferentes retos que enfrentó mi padre. Este programa nos ayuda a cerrar esa brecha tan necesaria”, explica Martínez, quien anteriormente fue alguacil auxiliar del Distrito 6.
El equipo recorre el Condado Harris cada semana, participa en programas de radio y televisión, realiza presentaciones en consulados latinoamericanos y organiza eventos con organizaciones sin fines de lucro, iglesias y centros comunitarios.
Un mensaje central del programa es que las víctimas o testigos de delitos no serán cuestionados sobre su estatus migratorio al denunciar. “Beneficia a todos”, asegura Martínez.
ROMPER BARRERAS Y CONSTRUIR CONFIANZA
“En La Voz de Unidos hay dos palabras que no usamos: residentes y ciudadanos“, afirma Magallanes. “No está en nuestro vocabulario. Comunidad, nuestra gente, nuestros paisanos [lo están]”.
Los esfuerzos dan frutos cuando los miembros de la comunidad se sienten seguros al denunciar delitos. Magallanes recuerda un caso reciente donde ayudó a una madre a denunciar la violación de sus hijos y la conectó con apoyo legal en el consulado mexicano.
“Más que nada sentí su respiro cuando me dijo ‘gracias oficial, esto es lo que estaba buscando’. Eso fue muy importante para mí. Me impactó poder ayudar aunque sea a una persona”, relata Magallanes.
El trabajo de La Voz de Unidos cobra especial relevancia ante la desconfianza histórica entre las comunidades inmigrantes y las autoridades. Según un informe del Foro de Investigación Ejecutiva Policial de junio pasado, las agencias policiales enfrentan desconfianza, confusión sobre las leyes locales, barreras lingüísticas y temor a una supuesta colaboración con autoridades migratorias.
En 2017, el entonces jefe de la Policía de Houston, Art Acevedo, reportó una disminución del 13% en denuncias de delitos violentos por parte de hispanos, mientras aumentaron un 11.7% entre no hispanos. Ese mismo año, el alguacil Ed González se opuso a la ley SB4 que buscaba impedir que las ciudades prohibieran a la policía preguntar sobre el estatus migratorio.
“Si la policía local es percibida como agentes de inmigración de facto, algunas víctimas y testigos serán reacios a contactar con la policía, lo que dificulta la investigación de delitos”, explica Chuck Wexler, director ejecutivo del Foro.
Alain Cisneros, representante de FIEL, una organización de derechos de inmigrantes en Houston, advierte que el pánico se ha extendido entre los indocumentados. “Si alguien es víctima de un delito, independientemente de si tiene documentos o no, y hay un indocumentado que es testigo, pero se queda callado porque no está seguro si está protegido, entonces todos sufren”, señala.
Martínez y Magallanes insisten en que cualquier persona puede denunciar delitos de forma anónima y solicitar un oficial o operador del 911 que hable español. “En nuestro juramento a la bandera dice ‘libertad y justicia para todos’, no solo para ciudadanos”, concluye Martínez.
Esta es una versión breve y una traducción libre elaborada por La Esquina TX basada en el reportaje original de Eileen Grench del Houston Landing.




