Inquilina logra reubicarse tras colapso estructural del techo de su baño que emanaba un olor fétido
Ninguna de sus repetidas quejas al propietario del inmueble para que repare los graves daños estructurales fueron atendidas. Una historia que recibimos en Preséntanos tu caso.
Parte de la fachada del edificio donde vive Kenia Miranda Castro, una madre soltera de una niña de 8 años, parece devastada a simple vista por una tormenta. Se puede apreciar que otro fragmento de la estructura que da a la calle se está resquebrajando.
A unos pasos, el apartamento de Miranda, de un dormitorio y donde también vive con su madre de 73 años, se encuentra en peores condiciones. La madera de los muebles debajo de los fregaderos está carcomida por la intensa humedad y los hoyos visibles se han convertido en el camino acostumbrado de ratas y cucarachas. Las conexiones eléctricas no funcionan y el olor fétido es casi intolerable.
“Todo eso empezó desde octubre del año pasado cuando también el techo del baño empezó a ceder. Desde entonces no han parado los dolores de cabeza”, comenta Miranda sobre el apartamento por el cual venía pagando 858 dólares mensuales desde hace cuatro años.

“Cada vez que el dueño venía a cobrar, yo lo hacía pasar y le decía, ¿cuándo lo va a arreglar? Porque creo que no es justo que estemos viviendo así, ya que no he fallado con el dinero”, dice Miranda en tono afligido.
Comenta que el propietario le da como respuesta que la empresa aseguradora no le quiere resolver un caso pendiente y que por eso no puede hacerse cargo de los desperfectos.
Pero cinco meses más tarde, el lunes 24 de marzo, las láminas de yeso del techo se desplomaron por completo. Ante la inacción del propietario del inmueble, Miranda llenó el formulario de Preséntanos tu caso, que ha puesto a disposición La Esquina TX para que los consumidores puedan exponer ese tipo de incidencias.
“Necesito ayuda, ya que el dueño dice que no podría arreglar los daños del apartamento por motivos ajenos a su voluntad. Espero que me ayuden en este caso”, escribió Miranda. En su queja, adjuntó videos y fotografías como evidencia.

CÓMO REPORTAR LA QUEJA
Una de las opciones que tenía Miranda para que el dueño repare los desperfectos era a través de una carta por escrito que debe ser enviada por correo postal certificado, como sugiere el Código de Propiedad de Texas. La otra recomendación es llamar al 3-1-1, la línea de atención administrada por el gobierno local.
La inquilina desconocía ambas opciones. El sábado 29 de marzo, cuando el equipo de La Esquina TX la visita, se anima a llamar al 3-1-1 y reportar su caso. Dos días más tarde, el lunes 31 de marzo, recibe la visita de un inspector sanitario que de inmediato se comunica con el propietario.
La comunicación oficial que Chad H. Creech, propietario y administrador del complejo residencial, envía a las autoridades municipales coincide plenamente con las explicaciones que le ha proporcionado a Miranda en repetidas ocasiones, según revelan los documentos obtenidos por La Esquina TX.
“He estado trabajando con el departamento de recuperación de desastres de la SBA (Administración de Pequeños Negocios) durante 10 meses para obtener un préstamo por desastre para solucionar el problema, y lo estamos cerrando esta semana. Debería tener todos esos daños y problemas derivados resueltos durante el próximo mes aproximadamente”, dice la misiva.
“Realmente aprecio a Kenia y le dije que definitivamente le permitiría rescindir su contrato de arrendamiento si quisiera, pero tengo entendido que no puede permitirse la mudanza. Tengo una unidad disponible que está en buenas condiciones a la que puede mudarse,” agregó Creech.
“TENGO MIEDO POR SER INDOCUMENTADA”
Miranda admite que el propietario le había comunicado que la dejaría rescindir el contrato para que se mude a otro lugar sin lugar a represalias, pero solo lo había hecho de forma verbal y no por escrito, como lo recomiendan los expertos.
“Además, mudarse a otro lugar representa tener dinero para pagar la mudanza y el depósito que piden los apartamentos”, señaló.
Pero lo que más le preocupa a esta madre soltera y pequeña emprendedora (vende productos de belleza) es su estado migratorio.
“Gracias por la ayuda, pero tengo miedo que salga mi rostro porque soy indocumentada”, confesó la hondureña que llegó a este país hace 11 años para buscar un mejor porvenir.
Miranda, su hija y su madre, decidieron irse del apartamento.
“Ya nos mudamos”, dice la voz de Miranda en un audio enviado al WhatsApp de La Esquina TX a principios de abril.


